Esta voz no será ni la primera ni la última que se alce a favor de la huelga general del día de hoy. No será más que un texto más de los miles que hay y habrá, pero me creo en la obligación de escribir estas líneas para expresar el descontento que actualmente vive la población española y -parcialmente la- europea.

Llevamos ya cuatro años desde que Lehman Brothers se fuese al garete y con ello todos los negocios especulativos alrededor de éste, sin contar nuestra particular burbuja inmobiliaria y miles de ejemplos de mala gestión económica que nos han colocado al borde del precipicio. La cual cosa no quiere decir que ya sea mucha la gente que ya se ha caído a éste debido a la inercia del frenazo.

¿Pero esto no era un blog de música con un poquito de podcast y fiestas regulares? Pues claro que sí. Evidentemente. Pero una cosa es que éste sea un blog de música y demás, y otra cosa muy diferente es negar la evidencia. Las cosas están mal. MUY MAL. Y bien es cierto que este blog siempre se ha posicionado más hacia la izquierda, sí. El autor no se esconde de ello en absoluto. Pero nadie negará que las medidas y recortes de tinte neo-liberal que se están llevando a cabo no hacen más que mermar el maltrecho estado del bienestar y es posible que pronto no quede nada.

El estado de las cosas

Parafraseando a Kortatu y su "El estado de las cosas" diremos que "las cosas" están mal. Las cifras son las que son, y un 53% de paro juvenil y un 25% de paro global son dos señales alarmantes de que las cosas no están bien, que los deshaucios sigan pese a presuntas reuniones de los dos mayores partidos políticos del país evidencia que hay alguien que no está haciendo bien su trabajo, que políticos de todos los colores nos prometan el oro y el moro y que lo único que hagan es privatizar más empresa pública y despedir a todo aquel que pueda deja claro de a quién -no- están sirviendo.

Curiosamente nos lanzan a la calle y quieren que nos quedemos quietos y con la boca cerrada. El problema es que cuando son ya demasiados los que viven en la calle y no tienen nada que perder, de lo que menos ganas tienen es de quedarse callados y sobretodo con tontas oportunidades que les está brindando este gobierno que está haciendo gala de su incompetencia y del poco interés que tienen en solucionar las cosas. Porque nos recuerdan a diario que es Europa quién come de nuestra mano, así que es por eso que esta tiene derecho a bajarnos los pantalones y atarnos el cinturón, cual soga, al cuello.

El rapto de Europa

Según el mito griego, Zeus se enamoró de Europa y en vez de optar por el cortejo y regalarle los oídos de palabras bellas, decidió raptarla y violarla. Luego, ya hecha unos zorros, la dejó en Creta y Asterión, el rey de esta fue caritativo se casó con ella y adoptó a sus hijos. Algo así ha hecho el Deutsche Bank, en colaboración de JP Morgan, HSBC Holdings, Barclays, Citigroup y otros tantos. Se han zumbado a Europa por donde han querido. Han realizado un desmedido bukkake en forma de recortes a los porcinos estados del PIIGS, Alemania y otros países han estado de acuerdo, pero ahora se están dando cuenta de que ellos son los siguientes, de que pronto las fronteras estatales no existirán más allá de los grandes holdings de inversión y su puta madre en Vinagre.

A Europa le han machacado los dientes a martillazos, se han reído de ella en esta orgia de enmascarados y ahora están troceando su cuerpo mientras ella aún vive. Los están esparciendo por una larga autopista esperando que carroñeros se acerquen a la cuneta a mordisquear y engullir a la bella Europa. Por ahora ya han roído sus pies y pronto llegarán al torso, devorarán ovarios y matriz y Europa dejará de existir. Pues no sólo perderá la capacidad de engendrar nuevos hijos, sino que además fenecerá desangrada mientras todos la miraban y se reían.

¿Y donde estamos?

El españolito medio aún parece no ser -demasiado- consciente de lo que pasa, vive en la inopia y parece que todo le da igual, reniega de unos ineficientes sindicatos, en eso estamos de acuerdo, sí, ¿Pero nos queda otra? Si bajamos la cabeza, nos bajamos al bar a a criticar a todo aquello que se mueve pero no pasamos a la acción, ¿Creéis que se detendrán? La pasividad del ciudadano medio es lo que está dando carta blanca a empresas, bancos y estados con -demasiados- intereses en regañarnos por sus culpas. Hemos vivido por encima de nuestras posibilidades. Sí, claro. Con sueldos que jamás llegaron a los 1.000 €, con miles de tasas a los ciudadanos mientras gobiernos han tirado de inútil e inservible obra pública así como costeando infraestructuras para uso y disfrute de la empresa privada mientras somos los de siempre quienes apoquinamos… Y pese a todo "la huelga no servirá de nada". Quizá no sirva de nada porque preferiremos lamentarnos o no podernos permitir perder un día de sueldo y trabajo… Aquellos que aún tienen trabajo. Otros, sin embargo, ya hace demasiado que lo perdimos y ya vamos a por todas.

La cosa es simple: España y Europa morirán si sus ciudadanos no dan un golpe sobre la mesa. Desde aquí secundamos y participaremos en las movilizaciones, para que se quede claro de que no somos esa mayoría silenciosa que aprueba como destruyen lo que años y años de revueltas y revoluciones han conseguido.

Nos gustaría pensar de que son muchos los que opinan como nosotros, y aún más nos gustaría pensar que hemos ayudado a un indeciso a salir mañana a la calle y clamar por sus derechos. No habrán muchas más oportunidades, así que nos vemos en las calles.

Cabaret de Medianoche