Las aspas del aterciopelado molino ya no giran, las plumas y purpurina cubren el escenario y la pista de baile. Un nuevo amanecer y una noche que muere. Un nuevo cuadro se pinta y el Cabaret de Medianoche vuelve a bajar el telón, ¿Que cuando volverá a alzarse? Más pronto de lo esperado. Cuando vuelva el frío, ahí estaremos nosotros. Abriendoos nuevamente las puertas de nuestro cabaret y todos volveréis a ser bienvenidos, tanto si sois un 20th Century Boy como una Girl Anachronism.
Queremos agradecer a nuestra performer Saray, que demostró que la belleza puede encontrarse en cualquier parte, incluso en una pista de baile; a nuestro particular Toulouse-Lautrec, Carlos, por su conseguido acento francés, a Vanesa por su sensualidad y su savoir-faire; a Marcos, nuestro Chocolat, por su poderosa y desnuda actuación y finalmente, a Miriam, nuestro Diamante Resplandeciente, nuestra Hada verde, por hacernos recordar que somos hijos de la revolución. Y a vosotros, sobretodo a vosotros, quienes hacéis posible que continuemos este loco proyecto que es Cabaret de Medianoche. Pues sois el principal motivo y empuje para seguir siendo adictos a estas locas y malas ideas.
Cabaret de Medianoche