Hace veintinueve años nadie hablaba de memoria histórica como ahora, de hecho ahora tampoco hablamos de ella, insinúamos algo y únicamente nos dicen que hurgamos en heridas que así jamás se curarán, pero las fosas comunes siguen llenas de cadáveres sin nombre, las calles mantienen y se perpetúan con nombres de falangistas y militares que jamás conocieron el campo de batalla y que ejercieron una enorme represión a lo largo de cuarenta años.
Es por eso que hoy más que nunca hay que reivindicar el “¡Ay, Carmela!” de Sanchis Sinisterra y que hasta el próximo 8 de Noviembre en el Almería Teatre de Barcelona, en dónde vemos a dos perdedores cómo se enfrentan a ellos mismos y a su propio destino, sus convicciones y cómo la guerra nos deshumaniza y desdibuja, cómo nos extermina a balazos y cómo extermina nuestra voluntad a base de represión, reprobación y culpabilidad.
Dos cómicos errantes y de rumbo errático: “Carmela y Paulino, variedades a lo fino”, tal y cómo ellos mismos se presentan, que se adentran en la España de la guerra civil buscando algo de cobijo y un lugar en dónde actuar y acaban introduciéndose en Belchite, símbolo junto a Gernika de los desastres de la guerra, y siendo capturados por las tropas nacionales son obligados a actuar ante las tropas franquistas en una función muy especial…
La gente del Almería Teatre repite este montaje que tanto éxito cosechó hace algunas temporadas por un tiempo más que limitado en su pequeña sala de Gràcia. Un espectáculo más que recomendado para aquellos que quieren recordar, aquellos que quieren conocer y aquellos que no quieren olvidar.
Cabaret de Medianoche